Supongamos que ésta sea una Primavera típica, con todo lo que trae consigo: la naturaleza reverdece, los cielos lucen radiantes, aguas mil en Abril y en Mayo cada día un rayo, y el momento glorioso de abandonar el letargo invernal (o, ejem, el confinamiento). 

En ese caso, con un poco de suerte y como sería habitual, la estación concentrará la celebración de comuniones. Y si no, quizá las acoja el Verano. El buen tiempo y mejores circunstancias acompañarán ese rito para el que l@s niñ@s se preparan, por dentro y por fuera, con curiosidad e ilusión, durante meses.

La Primera Comunión es un acontecimiento feliz en familia, que como gran ocasión tiene su dresscode. Charo Ruiz propone, para la pequeña protagonista, vestidos largos y livianos de estilo adlib, aire relajado y muy favorecedores, así como complementos para redondear el look.

La colección 2020 es una delicada narrativa de cortes princesa en guipur y voile, dotada de mangas farol, cuellos barco, volantes, lazadas y puntillas.

Las prendas se confeccionan bajo pedido, no se aceptan devoluciones y el tiempo de producción es de aproximadamente 40 días. Puedes pedir cita previa en cualquiera de nuestras tiendas aquí, o por teléfono (933 895 636).

Después de la ceremonia ¡qué nervios!, y de la sesión de fotos a la salida de la iglesia, vendrá el convite -¿lo imaginas en un parque? aquí una idea para decorar las mesas-, enredar con l@s prim@s, repartir recuerdos -fíjate en estas bombetas de semillas de Bridepalla para lanzar un pacífico ataque de guerrilla gardening– y recibir regalos -como el nomeolvides de oro rosa de Tiffany & Co. o un cepillo de Mason Pearson-. Y la fiesta, que no falte en esa jornada inolvidable.